Frases para despedir a mi querido perro
Tus huellas de perro han dejado una profunda huella en mi corazón. Una parte de mí se va contigo. Querido amigo, adiós.
Pensé que conocía el dolor pero no lo he hecho hasta ahora me veo obligado a despedirme de ti. Mi querido cachorro, mi querida mascota, siempre estarás en mi corazón.
Os saludo no porque lo quiera, sino porque no tengo otra opción. Algunos no entenderán mi dolor y sufrimiento, otros pensarán que solo eras un perro, pero no, eras todo mi mundo. Siempre te amaré mi amado perro.
Llenaste mi vida de ruido y mucho, mucho color… Mi perrito peludo, lindo, juguetón… Tener que decir adiós es lo más difícil que he hecho. Te quise mucho y TE AMO.
Has significado para mí una alegría infinita y un gran bienestar. No pensé que un cachorro pudiera llegar tan profundo a mi alma, ¡qué equivocada estaba! Adiós. Saber que viviré sin ti ya me parte el alma.
Conocí el verdadero amor a tu lado. Nadie como tú me había amado tanto antes y sé que nadie me amará como tú. Por eso me duele tanto este adiós: mi mascota.
frases para mi perro fallecido 
En mi corazón siempre vivirás, cada ladrido, cada malicia… Nada de ti que olvidaré. Te amo tan profundamente como cualquiera puede amar. Y que tu partida no cambiará.
Fui tan feliz a tu lado, no sé si superaré este adiós. Querido perrito, vuela lento y alto porque has sido tan bueno que sé que Dios te recibirá con mucho gusto.
La perfección de la obra de Dios ha sido vuestra existencia que he tenido la dicha de compartir. Mi fiel amigo, mi amada mascota: gracias por hacerme tan feliz. Tu recuerdo vivirá siempre en mí.
Extrañaré tu inocencia, tu malicia, tu olor, tus ladridos, los paseos diarios contigo… Tu ausencia parece un abismo. Siempre te recordaré querido amigo.
Frases para mi perro que murio
Extrañaré los paseos, tirarte la pelota, enseñarte trucos, cuidarte… Todo de ti mi mascota. Mi vida sin ti parece tan solitaria. Te perderás lo más inmenso y doloroso.
Nunca te merecí pero siempre estuviste ahí para mí haciéndome feliz, amándome sin cesar… Extrañaré verte meneando la cola con alegría, acariciando tu vientre, todos ustedes mi amada criaturita. Te extrañaré de por vida.
Nunca más volveré a tener miedo porque mi mejor amigo perro me cuidará desde el cielo. Sé que a partir de ahora serás mi ángel de la guarda. Hubiera preferido tenerte a mi lado pero tengo que resignarme. Adiós, siempre te amaré.
El cielo ha ganado otro ángel hoy, un hermoso ángel que moverá su feliz cola saltando a través de las nubes y deslizándose a través de los arcoíris. Mi amado cachorro, adiós. Nunca te olvidaré.
Cada vez que mire hacia el cielo estaré seguro de que tú también me mirarás con tus ojos de cachorro, me acompañarás desde arriba. Lo sé. Adiós. Siempre te amaré infinitamente.
Cuando la brisa acaricia mi rostro sé que serás tú, lamiéndome amorosamente como siempre cuando me saludas. Tener que despedirme me parte el alma en mil pedazos.
Me hiciste sentir mucho mejor de lo que cualquier ser humano me ha hecho sentir. Mi querido cachorro, te saludo con un nudo en la garganta porque sé que te voy a extrañar mucho.
A tu lado mi corazón siempre estuvo a salvo. Hasta hoy. Me rompiste el corazón de la peor manera, obligándome a decir adiós. Mi querido cachorro, vuela alto.
Mi mejor amigo no era humano. Tenía un bonito pelaje y un hocico frío. Saltaba y ladraba muy emocionado, sus 4 patas lo llevaban a todos lados… Era mi perrito amado. Ahora que te has ido, ¿cómo puedo superarlo? vuela alto
Tu existencia ha hecho mi vida tan feliz como tu partida la ha entristecido hoy. Adiós mi querida mascota, mi querida mascota…
Lo único malo de tener una mascota es a la hora de despedirse. Ha llegado ese momento y no estoy preparado. Pero tengo que despedirme. Espero que te hayas ido con la certeza de que te amo.
Me duele despedirme, pero me duele más saber que ya no jugaré contigo, que no podré abrazarte. Realmente perdí a tu mejor amigo. Siempre te querré querido cachorro.
Tengo miedo del mañana porque sé que ya no estarás y que me extrañarás inmensamente. Adiós mi amado perro. Realmente te amaba.
¿Quién saltará de emoción cuando yo llegue? ¿Quién me lamerá la cara para animarme? ¿Quién con un ladrido alumbrará mi alma? ¡Qué arrepentimiento! Adiós querido amigo, nada te reemplazará.