Frases perfectas para no ser humillado
Tus comentarios sin fundamento no me afectan, además, es vergonzoso tratar con gente como tú.
Tu actitud obscena denota tu nivel de ignorancia, no creas que una persona como tú, con palabras groseras, puede humillar a alguien que tiene un talento superior.
Nadie podrá jamás igualar a quienes, con poca preparación, intentan derribar el orgullo de una persona que se caracteriza por el talento.
Mi talento supera con creces tus intentos de mejorarte a ti mismo, por lo que con tu verborrea exagerada, difícilmente puedes pisotear mi dignidad.
Difícilmente puedes, con tus cualidades mediocres, humillar a alguien como yo que derrocha talento.
Todo lo que intentas hacer para tratar de humillarme es solo un intento vano, invierte tu energía en otra cosa, deja de perder el tiempo.
Su actitud enfermiza no tendrá ningún efecto en mí, no es humillar a los que quieren abusar, sino a los que lo permiten.
Frases para no ser humillado
No permitiré que nadie me humille y cualquiera que se atreva a hacerlo tendrá que afrontar las consecuencias.
No me reservo la fuerza para luchar contra cualquiera que intente humillarme.
Un esperpéntico como tú nunca puede dañar la dignidad de una persona que goza de una calidad humana superior.
En su intento fallido de humillarme, no hace más que demostrar la bajeza que lo caracteriza.
Incluso con la intención más audaz de humillarme, nunca puedes golpearme.
Tu espíritu limitado no hace más que tratar de humillarme, pero te informo en este momento que no podrás dañarme.
No creas que con tu maldad puedes afectar mi dignidad, tengo la fuerza para enfrentarte, no tienes intención de humillarme.
Solo se humillan los que lo permiten por cobardía, a mí no me lo haréis porque nunca lo tolero.
Ten en cuenta que nunca puedes humillarme, incluso si haces cualquier truco que se te ocurra.
Considera que incluso cuando trates de humillarme, no lo lograrás, porque una dura armadura me protege de cualquier intento improbable de herir mi dignidad.
No permito que trates de humillarme, así que resérvate cualquier intento bajo de hacerlo.
Mi dignidad no la estropea nadie, así que ni se te ocurra la graciosa idea de intentar humillarme, porque las consecuencias a las que te enfrentarás serán bastante severas.
En tu vago intento de humillarme, solo demuestras que eres cobarde, pero ten en cuenta que mi fuerza espiritual es mayor que tu bajeza.
No tienes el talento necesario para poder herir mi dignidad, en este sentido reserva todo intento de humillarme.
Te atreviste a humillarme, ahora sabrás de lo que soy capaz, ahora presta atención a las consecuencias.
Eres un ser muy mediocre, no tienes ni talento para humillar a nadie, eres digno de lástima.
La solidez de mis principios es mi mayor escudo contra los viles intentos de humillarme, tratar de hacerlo es perder el tiempo.
En este nuevo intento de herir mi dignidad, volverás a encontrarte con un ser espiritualmente fuerte, por lo que cualquier cosa que hagas será inútil.
Tus intentos de humillarme son ridículos, no se daña la dignidad de alguien que es muy superior.
Si ni siquiera puedes controlar tus impulsos, entonces, ¿cómo crees que puedes tener éxito en la batalla para humillarme?
El sabio respeta la dignidad de los demás, el idiota cree que humillando a los demás se hace digno de gloria.
Intentar humillar a los demás es la mayor estupidez en la que puede caer un ser de mente estrecha como tú.
Eres ingenuo al pensar que con tus intentos de humillarme me vas a afectar negativamente, esto solo me hace más fuerte para enfrentar futuras situaciones difíciles.
En tu obstinado empeño por humillarme, te diré que no podrás hacerme daño, tengo nervios de acero, no podrás pegarme.
Tarde o temprano verás las consecuencias de tu fallido intento de humillarme, de abandonar tu actitud o me vengaré.
No te perdonaré por tratar de humillarme, no me pidas disculpas, no me consolarás.
Tengo la virtud de vencer los intentos de dañar mi dignidad, no será fácil para ti humillarme, nunca lo lograrás.
No hay razón para que trates de humillarme, y no podrás hacerlo, porque yo no me lo permitiré.
Nunca me permitiré ser humillado, con un ser bajo y lamentable como tú.